Dos hermanas han irrumpido con fuerza en el mercado literario español
bajo el seudónimo: Elizabeth Urian. Se describen como amantes de la
literatura en general, pero apasionadas del género romántico.
No se consideran unas escritoras como tal, sino que les gusta crear las
historias que les gustaría leer…
Los hermanos Broderick es su primera novela; le sigue Nunca dejes de esperarme y Nadie me ofende impunemente.
Me gustaría daros la bienvenida a El Club de las románticas, es un placer
teneros con nosotras.
1.
Para arrancar querría proponeros algo, ¿si
tuvieseis que escribir la sinopsis de vuestra propia vida cómo sería?
Aburrida. ¿Quién se la iba a leer? Jajajaja. No hemos vivido romances épicos ni nos hemos convertido en intrépidas aventureras dispuestas a salvar el mundo. Somos dos hermanas normales que un día descubrieron que podían crear historias juntas y que eso las unía más, si era posible. Y gracias a ello en nuestras mentes hay un mundo nuevo todavía por explorar, pero que estamos dispuestas a hacerlo.
2.
¿Cómo son las dos hermanas que se esconden bajo el
seudónimo Elizabeth Urian?
Como acabamos de decir, estamos muy unidas. Este aspecto es muy importante. Tenemos un modo de ver la vida bastante parecido, aunque por supuesto, cada una tiene sus particularidades. A ambas nos encanta hablar, aunque una es más tímida y la otra un poco más suelta… jajaja. Por eso pensamos que nos complementamos.
Además, nos encanta diseccionar el mundo y echarnos unas buenas risas (nuestro humor es muy peculiar, quedáis avisadas).
3.
¿En qué género os sentís más cómodas para escribir?
De momento es, sin lugar a dudas, el romance histórico. Y aunque el
thriller nos atrae bastante, no descartamos que, a la larga, tiremos
también hacia ese género en concreto.
4.
¿Y para leer?
Igual: el thriller y el romántico.
5.
Recomendad tres libros románticos.
¿Solo tres? ¡Difícil!
Ternura,
de Dorothy Garlock.
La
novia de Sherbrooke, de Catherine Coulter.
El
beso del Highlander, de Karen Marie Moning.
6.
¿Qué os impulsó a escribir por primera vez una
historia?
Cuando estábamos en los veinte y tantos
ambas trabajábamos juntas. Leíamos mucho y nos intercambiábamos los libros, así
que aprovechábamos los ratos libres para intercambiar nuestras impresiones. Fue
entonces cuando comenzamos a fantasear con una historia que fuera nuestra,
salida de las charlas que manteníamos, reflejando nuestros gustos y basándonos
en nuestra experiencia como lectoras. De ahí lo plasmamos en papel. Porque sí,
Los hermanos Broderick nació en un caos de apuntes, con boli y libreta; un poco
a la antigua.
7.
¿Por qué decidisteis hacerlo juntas y no por separado?
Como hemos dicho antes, estuvimos juntas desde el
principio. Nos apoyábamos, nos dábamos ideas… Así que surgió como si fuera lo
más natural del mundo. En ningún momento nos planteamos que pudiera parecer
extraño. Éramos dos hermanas y amigas aventurándose en un proyecto por puro
entretenimiento.
8.
¿Os sentís reflejadas en vuestros personajes?
Sí y no. Es decir, si nos pusiéramos a comparar,
casi siempre encontraríamos alguna semejanza entre ellos y nosotras. Y los
personajes pueden tener reacciones que consideraríamos nuestras. Pero que, por
ejemplo, las protagonistas sean dos hermanas no significa necesariamente que
las hayamos dotado de nuestras perspectivas, porque a veces se diseña un
personaje y ante tus ojos va evolucionando.
9.
¿Os dedicáis por entero a la literatura o lo
compagináis con otro trabajo?
Sería fantástico dedicarnos de ello; un sueño hecho realidad. Aunque también nos encantan nuestros trabajos relacionados con el mundo infantil, así que lo compaginamos.
10. ¿Es
muy complicado escribir una historia entre dos personas? ¿Qué rutinas seguís?
¿Hacéis juntas los capítulos o una se encarga de uno y la otra le sigue?
Es complicado, no te lo vamos a negar, pero
también muy divertido. Son dos ideas que deben casar para parecer una sola. Por
eso es necesario hacer reuniones y establecer cierta planificación o pasarnos
horas colgadas al teléfono.
En cuanto a las rutinas, cada una, dependiendo de
su situación familiar, laboral y personal, se organiza como puede. Lo seguro es
que el trabajo tiene que salir sí o sí.
Nuestro método de trabajo ya es más errático.
Cada historia pide una cosa, así que no podemos afirmar que lo hacemos de una
forma u otra. Hay veces que un capítulo está hecho por las dos, otras los vamos
alternando, al igual que los personajes. También hay veces que las musas se van
y la otra debe venir al rescate.
11. ¿Cómo
reaccionó vuestra familia cuándo le dijisteis que ibais a publicar?
Con una sensación de alegría, eso seguro. Y nos dieron muchos ánimos. Aunque solo un núcleo reducido lo sabía entonces.
12. Centrándonos
en vuestros libros, ¿qué os inspiró para dar forma a Los hermanos Broderick?
Fue después de leer los libros Hermana de fuego y Hermana de hielo de Jude Deveraux. Aunque las historias no tienen nada que ver, salvo el lazo de sangre que une a los protagonistas, nos encantaba la idea de tener a dos parejas desarrollando su historia de amor justo en el mismo momento. Nosotras decidimos no separarlos en dos libros distintos, pero sí, Jude fue nuestra inspiración.
13. ¿Cómo
son Hugh y Colin Broderick?
Maravillosos (jajajajajaja. Qué vamos a decir nosotras, ¿no?).
Ahora en serio. Al ser mellizos se presuponen muy iguales, pero nada más lejos de la realidad. Colin es el más serio y reflexivo, mientras que Hugh es todo impetuosidad (y por si alguien lo piensa, no, no está basado en ninguna de nosotras). Ambos son nobles, defensores de la familia y algo orgullosos, pero con un corazón de oro.
14. ¿Se
parece Samantha a su ambiciosa madre Agatha Clarson?
¿A Agatha? ¡Por Dios, no! Y suerte de eso.
15. ¿Cómo
será la relación entre Samantha y Agatha?
Mala, muy mala. Y difícil. Agatha no debería haber sido madre bajo ninguna circunstancia y Samantha tiene una forma de ser que entorpece cada plan de su progenitora.
16. ¿Encontrará
Colin el amor?
Ya lo encontró en el pasado gracias a
Claire. Por suerte, existen las segundas oportunidades.
17. ¿Y
su padre, Paul?
También. Aunque amó mucho a la difunta
madre de los mellizos, en esta ocasión, el amor llama de nuevo a su puerta. A
ver con quién se queda al final.
18. ¿Por
qué decidisteis ambientarla en el Nueva York de 1910?
Porque la ciudad es magnífica e
inspiradora. La cantidad de historias que encierran sus calles y edificios nos
hizo soñar con la lealtad, el progreso, la opulencia y por supuesto, el amor. Además, la época eduardiana es poco conocida en la novela romántica y para
nosotras supuso un reto.
19. Una
vez acabada la redacción llega el momento de la publicación, ¿fue duro?
Pues no, porque nosotras nos lo tomamos
con cierta esperanza, sí, pero también con tranquilidad. Era una novela que
había nacido para nuestro propio deleite, como una especie de afición que te
absorbe por completo. Por supuesto, cuando una editorial con la experiencia en
romántica de Vestales te dice que quiere publicarla, la alegría es inmensa.
20. ¿Cómo
fue la experiencia con la editorial Vestales?
Gracias a la publicación de Los hermanos Broderick ellos nos
hicieron creer que teníamos posibilidades escribiendo novelas románticas, así
que siempre tenemos este detalle presente. Sin embargo, la lejanía entre ellos
y nosotras resulta un hándicap importante.
21. ¿Qué
nos encontraremos en Nunca dejes de esperarme?
Amor, traición, dudas, mentiras, un asesino y un
«loco».
22. ¿Luchará
Catherine Montague por recuperar a su antiguo esposo?
Por supuesto. Catherine es una luchadora
nata. El recuerdo de lo que el matrimonio compartió y el amor que se tenían es
un aliciente poderoso; y más si nunca se resignó a su desaparición.
23. Con
la selección RNR habéis publicado varias novelas. ¿Recomendaríais el sello a un
autor novel?
¡Por supuesto! Se encontrarán en las
mejores manos. Nosotras solo podemos lanzar alabanzas sobre su trabajo y
dedicación con la novela romántica y sus autoras y autores.
24. De
la mano de Romantic Ediciones habéis sacado Nadie me ofende impunemente.
¿Qué nos encontraremos en esta novela?
Os encontraréis con una isla escocesa
en la que viven dos protagonistas atípicas: fuertes, decicidas, impulsivas y
salvajes.
Ambas deberán luchar por lo que quieren, contra el control del género masculino y contra sus propios miedos.
La llegada de dos desconocidos a su
hogar no hará más que dificultarles la vida y ambas se rebelarán, cada una a su
manera tan particular.
25. De
sus personajes principales, ¿qué destacaríais?
Los personajes principales son
cuatro: Ayla y Michael por un lado y Cadha y Rob por el otro.
De ellas ya hemos hablado un poco antes. Son mujeres complicadas y algo
salvajes; Ayla en especial. Cadha tiene cierta inocencia que encandila
Rob, un hombre hecho a sí mismo, con un talante maravilloso y más
paciencia que un santo. En cuanto a Michael, creemos que es tan
imperfecto como Ayla (ya descubriréis por qué), pero lo cierto es que
nos gustan los personajes así de tanto en tanto.
26. ¿Cómo
os ha acogido esta editorial?
¡De maravilla! También estamos encantadas de pertenecer a la familia de Romantic Ediciones, porque somos eso, una familia.
Hemos tenido mucha suerte de poder publicar con ell@s.
¡De maravilla! También estamos encantadas de pertenecer a la familia de Romantic Ediciones, porque somos eso, una familia.
Hemos tenido mucha suerte de poder publicar con ell@s.
27. Sin
duda, la serie feas ha causado una gran acogida entre los lectores. Habladnos
un poquito de la primera parte Las feas también los enamoran. Camile.
Lo cierto es que sí. Parece que las «feas» están gustando.
Sobre Camile poco os podemos decir al ser tan cortita. Es la que más. En esta primera entrega hablamos de la fealdad y lo que una mujer siente al serlo. Cómo el amor aparece para luego desaparecer por un sentido equivocado del honor. Garrett, la pareja de Camile, tiene un accidente y se niega a ser una carga, decidiendo por ella.
Se trata también sobre las elecciones que hacemos y sus consecuencias para los que tenemos alrededor.
28. ¿Cómo
es Deirdre, protagonista de la segunda parte de Las feas también los enamoran?
Deirdre es un amor. Es dulce, desinteresada y un poco inocente en algunas cosas. Lo que sí sabe reconocer es el desprecio de Liam, su futuro marido, respecto a su apariencia. Y actúa en consecuencia, claro.
29. ¿Y
Edith, de la tercera parte?
Una bocazas, eso es lo que es Edith. Todos la adoran, pero cuando se encuentra ante el hombre que ama no puede evitar ofenderlo.
Aquí encontraréis personajes
interesantes, alguna que otra risa y un montaje descabellado.
30. ¿Caerá
Jeremy, el apuesto duque de Dunham, rendido a los pies de Edith?
Hummmm, no sabemos si contarlo. Lo mejor sería que lo descubriera las lectoras.
Lo que sí diremos es que, ante
semejante complot, Jeremy lo tiene crudo.
31. ¿Qué
historia encontraremos con Leonor?
Creemos que la más tierna y romántica de las cuatro. Una lucha por las inseguridades que se dan al saberse fea y el amor de un hombre que vale la pena.
32. ¿Cómo
son los protagonistas masculinos de Las feas también los enamoran?
Uf, son de lo más variados; y tan distintos...
Garrett es un necio que trata de comportarse de
una forma noble y equivocada; Liam un mentecato que acabará valorando el
interior de las personas, Jeremy un duque absurdo y testarudo que aprende a
reconocer la belleza y Jonathan un tierno, excéntrico y jovial caballero
siempre dispuesto a ayudar.
Ya hemos dicho que nos gustan los hombres
imperfectos. Si estos no los son...
33. ¿Por
qué los lectores deberían leer estas novelas?
Porque hay de todo y para todos los gustos. Porque las protagonistas no responden al molde común de ser bellezas y eso condicionan las historias de amor queramos o no. Y porque a pesar de esa fealdad, las cuatro historias son muy románticas.
34. ¿Habrán
más libros de la serie?
Bueno, nos lo preguntan a menudo y nosotras estamos encantadas de que las lectoras quieran más.
El arco central de la serie eran cuatro novelas cortas que queríamos dejar cerradas, sin embargo, hace mucho que en nuestras mentes se formó una idea que tenemos pendiente de desarrollar. En cierto modo, relacionada con una de las historias ya contadas. Aunque de momento, está en espera.
Y shhhh… No podemos contar más.
35. Con HQÑ
habéis lanzado Préstame a tu novio… para
siempre, una historia en la que dos hermanas se disputan el amor de un
hombre: Luke. ¿Comparten estas dos hermanas rasgos de vosotras mismas?
En realidad no se lo disputan en el sentido estricto de la palabra. Y no, Regina y Marisa no tienen demasiado en común con nosotras. Quizás en lo que más coincidimos es que tanto a ella como a nosotras nos gusta vestir con comodidad.
36. ¿Cómo
es Marissa?
Marissa es una chica que no cumple las expectativas familiares en cuanto a trabajo y apariencia. Es muy natural, fresca, espontánea y deportiva. No le va el rollo faldas, zapatos de tacón y trabajo glamuroso. Sin embargo, lejos de ser un patito feo que va a cambiar a una espectacular princesa, se siente muy a gusto siendo como es.
37. ¿Qué
hace especial a esta historia?
La chispa que hay entre Luke y Marissa. Es algo dulce y a la vez fogoso; y también prohibido (¿a quién no le da morbo lo que no podemos tener?).
Ambos se sienten atraídos y creen que hay impedimentos de peso para no estar juntos, pero no se trata de una guerra entre hermanas, sino algo entre «cuñados».
38. ¿Cómo son Alexa Lane y Audrey Evans de vuestra novela Un
auténtico espectáculo?
Alexa es una actriz con ciertos aires de grandeza y con dificultad para empatizar con los demás, pues ha resguardado su corazón a causa de experiencias pasadas. Suerte que Max, su ayudante personal, entrará a formar parte de su vida. Él le ayudará pies en el suelo.
Audrey es simpática, trabajadora, dulce y está terriblemente enamorada... en secreto. Aunque también sabe sacar las uñas cuando es necesario. No soporta a Alexa y Alexa no la soporta a ella. Así que deberá poner todo su empeño en no comenzar una batalla en pleno rodaje.
39. ¿Desde
que vuestras novelas han sido publicadas habéis experimentado alguna
experiencia anecdótica?
¿Como experiencia anecdótica te refieres a ser invitadas a un congreso de romántica y que una de nosotras se enrolle al hablar de su libro y que su hermana le apague el micro en varias ocasiones sin lograr su cometido? ¿Te refieres a eso? XD
40. ¿Podríais
dejadnos con una escena Las feas también
los enamoran? Del libro que queráis.
Fue
entonces cuando Jeremy se dio cuenta de su presencia. Detuvo el nuevo y preciso
movimiento del arco para arrugar la frente y sustituir la sonrisa de
satisfacción por un rictus severo. De repente, mientras la miraba, no supo ver
en su cuerpo ningún signo que le transmitiera aprecio, amabilidad o simple
cortesía.
Ya
estaba acostumbrada.
Con
resignada valentía se acercó a él sujetando con fuerza la cesta y pensando en
algo bonito o agradable que decir; al fin y al cabo quería que tuviera buena
opinión de ella. Quizás no pudiera enamorarlo con un seductor pestañeo o una
graciosa sonrisa. Por suerte, contaba con una impecable educación y una
arrolladora personalidad.
Fue
una lástima que esta se esfumara tan pronto lo tuvo enfrente.
—No
sabía que le gustaran tanto los pasatiempos femeninos —soltó a bocajarro—.
Estoy segura de que próximamente lo veremos bordando.
Todas las pretensiones de Edith se fueron al
traste al no poder contener su bocaza. No hubiera podido ser más grosera ni
aunque lo hubiera pretendido.
Lo
vio tensar la mandíbula. Una nefasta señal. Era imposible que sus palabras
hubieran causado una buena opinión.
«¿Por
qué siempre me pasa lo mismo con él?», se preguntó en aquel instante. Deseaba
ser encantadora y terminaba por no serlo en absoluto.
—Señorita
Bell. —A pesar de todo, la saludó con cierta educación y con una inclinación de
cabeza, aunque era obvio que su presencia no era deseada y mucho menos
apreciada.
—¡Cuánto
comedimiento! Esos colegios caros le habrán servido de mucho.
A
ambos les quedó claro que pretendía decir lo contrario.
—Así
es. Y me enorgullezco de ello —contestó arrastrando las palabras—. Aunque es
una lástima que no todo el mundo pueda jactarse de ello.
Como
pulla estaba bien. Era directa y efectiva. Si lo acompañabas de un descarado
examen y un gesto altanero, no tenía más remedio que sentirse vulgar y fea.
Bueno, más fea que de costumbre, y eso que se había esmerado en acicalarse para
la ocasión. Esa tarde había escogido un vestido azul oscuro de dos piezas con
motivos florales en blanco, de escote cuadrado y manga larga. Además, llevaba
un pequeño sombrero de tonos claros anudado bajo la barbilla y un dolman en
crudo.
Edith
no logró disimular cierto rubor de vergüenza. Suerte que los lacayos se habían
retirado con discreción.
—No
puede esperar que todos los hombres se comporten como caballeros —prefirió
malinterpretar sus palabras de forma deliberada.
—Ni
todas las mujeres como damas, al parecer.
—¿Eso
es una acusación? —contratacó.
—¿Lo
es?
—¿Suele
contestar a una pregunta con otra pregunta?
—¿Acaso
no es eso propio de un caballero?
Se
burlaba de ella y con razón. Era culpa suya, por ser incapaz de comportarse con
normalidad con él. No obstante, sintió enojo.
Tuvo
que admitir que era incapaz de impresionarlo de una forma positiva por mucho
que se esforzara. Al parecer, con él delante, se esfumaba su capacidad para deslumbrar
con sus diálogos chispeantes o ingeniosas bromas y, en caso de conseguirlo, el
duque se limitaba a mirarla sin parpadear. No por primera vez, se preguntó si
no carecería de sentido del humor.
41. Por
último, me encantaría que nos adelantaseis algo más de vuestro próximo
proyecto.
Para este próximo 2016 tenemos previsto publicar dos o tres novelas históricas, pero no podemos adelantar nada más. Mientras, nos quedamos inmersas en la creación de una nueva novela, esta vez ambientada en el lejano oeste; un reto que nos apetece muchísimo.
Gracias a vosotras. Nos ha encantado que nos dejarais un espacio para hablar sobre nosotras mismas y nuestras novelas (jajajaja). El placer ha sido nuestro. Un besazo.
Los hermanos Broderick
Nueva York,
1910. Paul Broderick, es un adinerado hombre de negocios dispuesto a
dejar atrás su viudez y comenzar una nueva vida con la madura pero hermosa
Agatha Clarson. Lo que debería convertirse en un emotivo acontecimiento, acaba
derivando en un hostil enfrentamiento entre sus hijos y la dama en cuestión.
Los mellizos
Hugh y Colin Broderick desean la felicidad de su padre y le apoyan en la
perspectiva de casarse nuevamente; en lo único que no están de acuerdo es con
la elegida, pues después de diversas averiguaciones descubren que es una
arribista sin escrúpulos, dispuesta a todo con el fin de casarse con un hombre
rico. Conocen bien a su padre y saben que con esas pruebas no será
suficiente para que rompa el compromiso, así que elaboran un disparatado plan
para impedir tal unión. Por un lado, Colin expondrá abiertamente su desacuerdo,
a pesar de causar una decepción paterna y por el otro, aparentemente, Hugh
mostrará su apoyo a la pareja ... con la única finalidad de ganarse la
confianza de Agatha y algo más, pues sus intenciones son más escandalosas:
pretende seducirla. ¿Cómo podría su padre casarse con ella si todo sale cómo
tienen planeado?
Pero
todo se complica cuando Hugh empieza a interesarse por la independiente
Samantha, hija de Agatha y Colin se ve forzado a pedir ayuda a la familia de
Claire Lefont, su antigua prometida.
Su vida se
volverá un poco más confusa. ¿Podrán salir indemnes de todo ello?
Nunca dejes de esperarme
Para
la sociedad inglesa y el resto de su familia, Catherine Montague es la viuda
del conde que pereció de forma misteriosa en las aguas del Mediterráneo. Ella,
en cambio, se resiste a aceptar que su esposo está muerto.
Cuando
Julian Montague fue capturado por los corsarios argelinos acababa de escapar
por los pelos de un intento de asesinato. Tras su liberación, su estado mental
podría calificarse como inestable, pero… ¿es realmente cierto que el conde ha
perdido la cordura?
Cuando se produce el reencuentro de la pareja, ella es incapaz de reaccionar como una esposa enamorada, lo que le hará preguntarse si lo que sentía por su marido no era más que una ilusión. Además, él saboteará cada uno de los intentos de Catherine para hacer regresar al antiguo Julian y con él todo lo que le pertenece.
Cuando se produce el reencuentro de la pareja, ella es incapaz de reaccionar como una esposa enamorada, lo que le hará preguntarse si lo que sentía por su marido no era más que una ilusión. Además, él saboteará cada uno de los intentos de Catherine para hacer regresar al antiguo Julian y con él todo lo que le pertenece.
Mientras
tanto, un asesino sigue suelto...
Nadie me ofende impunemente
Ayla y
Cadha Singht viven aisladas por voluntad propia en una remota isla
escocesa, lejos de bailes, fiestas y del bullicio que impera en la ciudad. A
las dos indómitas hermanas parece importarles únicamente sus tierras: son lo
único que desean y piensan que nada ni nadie podrá arrebatárselas.
Sin embargo,
su padre tiene otros planes, y con la llegada de Rob Cunningham, un misterioso
invitado, y Michael Campbell, el nuevo administrador, se verá amenazada la
relativa paz que las dos jóvenes han disfrutado hasta ese momento.
¿Podrán
hallar Ayla y Cadha la felicidad y el amor que la vida parece negarles? O…
¿Acaso existen valores y secretos más poderosos que sus auténticos deseos?
Las feas también los enamoran. Camile
Camile no es
guapa y lo sabe. Debido a su aspecto no lo ha tenido fácil para conseguir
pretendientes, un hecho que siempre ha sobrellevado con estoicismo. Sin
embargo, todos sus sueños de amor se cumplen cuando Garrett, comandante de la
Royal Navy, se enamora profundamente de ella y comienzan a hacer planes para
iniciar una vida en común.
Meses más
tarde, y debido a una contrariedad, Garrett rompe el compromiso y Camile, a
duras penas, intenta retomar su vida... Pero las circunstancias y el destino
tienen otros planes para ella y no están dispuestos a permitírselo.
Libro 1 de la serie Las feas también los enamoran
Las feas también los enamoran. Deirdre
Después de muchos años como solterona, el padre de
Deirdre hace algo detestable: la obliga a contraer matrimonio. Por ello debe
abandonar su Inglaterra natal para trasladarse a Escocia, donde acabará casada
con Liam McDougall, un apuesto escocés que no soporta su aspecto. Acostumbrada
a no gustar, Deirdre fingirá que no le afecta…
¿Se darán cuenta de que la apariencia no es tan
trascendente cuando entra en juego el amor?
Con esta historia continúa la serie «Las feas también
los enamoran».
Libro
2 de la serie Las feas también los enamoran
Las feas también los enamoran. Edith
Érase una
vez, un duque en busca del amor, pero que nunca tuvo suerte.
Érase una vez, una plebeya que lo amaba.
Érase una vez un rocambolesco plan para unirles....
Érase una vez, una plebeya que lo amaba.
Érase una vez un rocambolesco plan para unirles....
Aunque en
principio, este no es un cuento de hadas ni la protagonista una hermosa dama.
Por su
aspecto, Edith Bell nunca ha tenido pretendiente alguno. Jeremy, en cambio,
apuesto duque de Dunham, no consigue que ninguna mujer permanezca a su lado. Su
relación es cualquier cosa menos cordial y sus encuentros un desafío que
alterará la idílica convivencia de quienes les rodean.
A pesar de las desavenencias y con una «pequeña» ayuda, ambos caerán en un plan que les llevará a creer que el amor viene de la mano de quien menos te lo esperas.
A pesar de las desavenencias y con una «pequeña» ayuda, ambos caerán en un plan que les llevará a creer que el amor viene de la mano de quien menos te lo esperas.
Libro 3 de
la serie Las feas también los enamoran
Préstame a tu novio... para siempre
Una boda no es nada sin un novio postizo al que presentar a los padres.
Dos… quizás resulte un tanto excesivo...
Marissa está
harta de escuchar las quejas de su madre: debería vestirse de forma más
femenina, ponerse falda de vez en cuando, ¿y cuándo piensa sentar cabeza y
echarse novio? Para colmo, sus padres van a celebrar los cuarenta años de
matrimonio organizando una nueva ceremonia con todos sus familiares. Y ella, la
hija pequeña de la familia, no quiere acudir sin pareja y verse sometida a las
mismas preguntas de siempre, por lo que decide buscar un novio ocasional para
el evento.
El problema
llega cuando su hermana tiene el mismo pensamiento y acude con Luke, un hombre
por el que Marissa empieza a sentir una inapropiada y fulminante atracción. Si
encima el sentimiento es recíproco, los problemas están asegurados.
Las feas también los enamoran. Leonor
Leonor vive en Inglaterrra entregada a su labor de
dama de compañía de la duquesa viuda de Dunham. Allí ha conocido a Jonathan, un
hombre que parecía interesado en ella, pero que siempre ha amado a otra. Ahora,
su pasado vuelve obligándola a reconocer que pertenece a una clase mucho más
privilegiada y que es imperativo volver a su tierra natal, Boston, de la que
huyó siete años antes al negarse a una boda que no la haría feliz.
En su viaje de vuelta la acompañan la duquesa viuda y
Jonathan. Allí se enfrentará a su antiguo prometido, su esposa, una madre que
cree muy enferma y a un compromiso que Jonathan ha inventado para ellos.
Libro 4 de la serie Las feas también los enamoran
Un auténtico espectáculo
De los trece a los dieciocho años, las actrices juveniles Alexa Lane y Audrey Evans fueron las mejores amigas. En la actualidad, su relación podría calificarse como... hostil. Por eso, cuando ambas se disponen a participar en una miniserie de época, los antiguos rencores vuelven a surgir.
Audrey lleva años enamorada de su mejor amigo, pero es incapaz de expresarle sus auténticos sentimientos. Cree que será rechazada y prefiere que su relación siga como está. La simple posibilidad de perderlo la aterra, sin embargo, una situación comprometida y totalmente inesperada llevará su relación hacia un punto sin retorno.
Mientras tanto, en la vorágine del rodaje, la altanera y caprichosa Alexa pone sus ojos en el protagonista masculino, lo cual agravará todavía más la disputa entre las dos actrices. Pero no será él quien termine conquistándola, ya que su nuevo asistente personal conseguirá sacar lo mejor de ella y quizás, solo quizás, un poco de amor.
Egos, pasos en falso, malentendidos, celos, escándalos y paparazzi harán de sus vidas... un auténtico espectáculo.
2 comentarios :
Muy entretenida la entrevista! Siempre es curioso ver cómo dos hermanas pueden escribir unidas.
Alexia eres genial.
Gracias Gloria, un placer tenerte por aquí, como siempre. Besazos amor
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