Quisiera comenzar el post disculpándome porque últimamente no tengo mucho tiempo y esta semana he realizado pocas entradas. Eso sí, con tiempo o sin él me comprometo que al menos todos los viernes tendréis vuestra entrevista a un autor o autora de romántica.
Hoy, me apetece hablaros de una escritora y de su novela, aunque no es romántica sino de suspense. Esta autora comenzó como romántica, sin embargo, su éxito fue menguando y cuando creía que su carrera literaria se iría al garete un giro del destino le dio el empujón que necesitaba y se ha convertido en una de las profesionales más aclamadas del panorama internacional. Eso sí, con un género totalmente distinto del que conocía.
"Si crees firmemente en tus sueños, se harán realidad", acudo a esta frase que suelo tener presente a menudo (incluso en mi WhatsApp jaja) porque creo que la historia de esta mujer refleja esta afirmación. Lo importante es no rendirse nunca, cueste lo que este y al final los frutos llegarán.
No me enrollo más, aquí os dejo con su historia personal (y la ficticia), extraída de una entrevista realizada por ABC y El Mundo.
Jamás en la historia de la literatura se había experimentado un fenómeno como el Hawkins, que ha conseguido vender más de 6 millones de ejemplares y que su obra sea adquirida por 44 países en el plazo de un año (salió en inglés a principios de ejercicio).
Ante esto: una novela escrita en poco tiempo y con un triunfo tan extraordinario en menos de un año, todos coincidimos en ¡qué suerte tiene la autora! Parece cosa hecha, pero no es así. Paula Hawkins luchó con uñas y dientes para llegar a donde está. Tuvo que ver cómo sus obras anteriores caían en el olvido, se quedó en bancarrota....
Esta periodísta económica decidió abandonar su profesión para dedicarse a su gran pasión, los libros. Así puso en marcha una serie de novelas románticas bajo seudónimo, llegando a realizar un total de cuatro. Dos se vendieron bien y las otras dos, no tanto. Entonces, se enfrentó a series dificultades económicas que la obligaron a replantearse su camino y consideró regresar a su antigua profesión:
"Tenía dificultades económicas, por lo que decidí que, o bien regresaba al periodismo para intentar darle un giro a mi carrera, o tenía que escribir la novela que realmente quería escribir. Tan pronto comencé a escribirla, sentí que encajaba en mí de manera mucho más natural que la ficción romántica, sentí con seguridad que ese era el género que tenía que escribir en ese momento. Pero nunca esperé que tuviese tanto éxito", declaró para ABC.
"Me propuse escribir la novela que a mí me hubiese gustado leer", afirmó en El Mundo.
En este mismo diario explicó cómo surgió la idea de La Chica del Tren: "Como tanta gente, todos los días viajaba en tren para ir a Londres a
trabajar. Me encontraba con los mismos pasajeros, con los que se
establece una relación peculiar, y al mirar por la ventanilla veía a las
personas en sus salones un día tras otro y me preguntaba cómo sería sus
vidas", y así fue moldeando a Rachel, una alchólica con problemas de memoria. "La acabé muy rápido. Creo que ser periodista es una buena base para
lanzarse a escribir y te proporciona herramientas muy eficaces para ser
novelista".
Esta novela se ha hecho tan popular que hasta el mísmisimo Stephen King, la ha recomendado en un tuit. Y ya se han comprado los derechos para llevarla al cine, Rachel podría ser interpretada por Emily Blunt.
La prosa de Hawkins nos acerca a una historia donde los temas centrales son el alcoholismo, recuerdos, matrimonio, asesinatos y verdad:
"El alcoholismo: la adicción de Rachel afecta a sus recuerdos,
distorsiona su percepción de lo que es verdad y de lo que es real, daña
su juicio y deforma sus sentidos de la culpabilidad y la
responsabilidad. Hace de ella una persona en la que no se puede confiar,
pero también la hace vulnerable. Al mismo tiempo que la percepción de
la verdad de Rachel se ve afectada por su adicción, otros personajes
tienen también problemas con la verdad: mienten a otros o a ellos mismos
sobre quiénes son y qué es lo que quieren. Este tipo de mentiras son
comunes pero pueden destruir un matrimonio", apunta para ABC.
Como véis románticas no hay que perder la esperanza. La autora jamás se imaginaría que con una novela distinta de género a cuantas había publicado conseguiría sus sueños:
"¡No voy a volver a la novela romántica! ¡Creo que cualquiera que haya
leído «La chica del tren» puede decir que el romance no es mi fuerte! En
este momento estoy trabajando en otro thriller psicológico; trata de
una relación entre hermanas que se estropeó en la infancia. Me interesa
la manera en que las historias que contamos sobre nosotros mismos pasan a
formar parte de nuestra personalidad, sean o no verdad, aunque estén
mal recordadas".
¡Espero que os haya gustado el post, nos vemos mañana con la entrevista a Raquel Arias, autora de Tres deseos para Isolda.
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